En muchos tratados de medicina, tanto natural como occidental se reconoce que ciertos aromas o aceites esenciales generan un cambio corporal muy positivo. Más allá de los aspectos de relajación o de equilibrio, ciertos olores son capaces también de incitarnos a la acción.
La Aromaterapia entonces se ha difundido en muchas partes por sus propiedades terapéuticas en el tratamiento de muchos padecimientos.
Se trata de extraer aromas puros para el disfrute del ser humano y el restablecimiento del equilibrio y la armonía entre cuerpo y mente.
Aceites esenciales de la aromaterapia
Científicamente se ha comprobado que los aceites puros que suelen utilizarse en las sesiones de aromaterapia, se dirigen mediante el sentido del olfato a zonas sensibles del cerebro, tranquilizando en un primer plano y evocando emociones y sensaciones placenteras.
Actúa entonces sobre los planos estratégicos del sistema límbico y el hipotálamo. También los aromas influyen directamente sobre las glándulas sexuales y las hormonas que estas segregan al torrente sanguíneo.
Principales aromas en la aromaterapia
Dentro de los aceites que nunca deben faltar en un consultorio de aromaterapia está el de Albahaca, es reconocido su potencial de acción para tratar el dolor de cabeza, migrañas y debilidad mental en general. La Bergamota también se suele utilizar por su efecto refrescante y relajante de la tensión y ansiedad.
El Cedro produce un efecto sedante que reduce el estrés. El Clavo de Olor ayuda al agotamiento mental, el Enebro reduce la confusión y el cansancio. La Lavanda ayuda a dormir. La menta estimula el cerebro, la Naranja funciona idealmente como antidepresivo y el Jengibre ayuda en dolores reumáticos y musculares.
Este conocimiento ha sido especialmente utilizado por las sabidurías orientales e indias, a lo largo de los últimos siglos han desarrollado un amplio conocimiento que está comenzando a llegar a España muy lentamente.
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