En la carta del Diez de Bastos se muestra a un hombre llevando una pesada carga de troncos, en forma de diez varas atadas, acercándose a una ciudad que no se encuentra demasiado lejos. Esta imagen en el Diez de Bastos hace alusión a una persona que ya ha luchado en la vida y ha tenido éxito, y que ahora está llevando las cosechas a su lugar de destino final. Aunque no está cerca del destino, muestra que ha terminado la parte más difícil de la lucha de la vida y sólo necesita un lugar para relajarse y disfrutar de su éxito.
Esta carta muestra que ya has completado el círculo de batalla. Después de gastar muchos recursos y mucha energía buscando el éxito, finalmente has superado los obstáculos. El sudor de tu frente valió la pena – tus esfuerzos finalmente han sido recompensados. Es posible que te encuentres viviendo en un mundo de abundancia donde la pobreza y el sufrimiento no tienen lugar.
Aunque suene maravilloso y satisfactorio, la carta representa muchas responsabilidades de tu parte.
Ahora eres la única persona que resuelve problemas en tu círculo de familia y amigos y que incluso podría empujarte a otro tipo de desafíos. En este punto, tú también estás cargado de responsabilidades para mantener tu éxito. Los negocios que has comenzado están floreciendo. El problema principal es que estos problemas pueden abrumarte si pierdes el control, lo que requiere que te asegures de que sabes cómo priorizar y resolver las cuestiones relevantes.
En el mundo real, el Diez de Bastos expresa cómo las personas tratan de cargar con responsabilidades después de alcanzar el éxito inicial. Es como graduarse de la universidad, conseguir un trabajo y luego empezar a hacerlo en el mundo real.
Más desafíos siguen llegando, puedes encontrarte a ti mismo cuidando de tus padres, formando una familia y al mismo tiempo cuidando de los demás, lo que puede hacerte sentir como si aún no tuvieras éxito. Esto se convierte en una carga porque en algún momento se descubre que nada es suficiente para cumplir con todas estas obligaciones.
La lección general del Diez de Bastos es que las personas deben ser moderadas, priorizar y entender que no pueden resolver todo, algunas cosas deben ser dejadas ir, dadas a otros, la carga compartida.
En la carta podemos ver a un hombre cargando diez pesadas varas, no puede con esa carga, ni siquiera puede ver hacia a donde va. Nada existe para él más que sus labores y responsabilidades. En ocasiones, somos como él, tratamos de hacer todo el mismo día. Creemos que si podemos manejar todo en un fin de semana, unas vacaciones o en fin de semestre, podremos por fin relajarnos. Pero esos días terminan y las tareas siguen.
En las lecturas el diez de bastos puede ser un signo de que nos estamos presionando mucho. Si nuestros días son de interminables jornadas de trabajo, necesitamos darnos un ligero descanso para recobrar la energía y salud.
Hacer sólo aquellas actividades que son verdaderamente importantes, adelantar en las demás pero no tratar de concluir todo de una vez. Debemos balancear nuestras vidas en otros intereses, no es sólo trabajo.
El Diez de Bastos en posición normal
Sus bastos lo han envuelto a él en muchas situaciones y ahora, paradójicamente, que mucha de su energía se ha descargado con los problemas que tiene, es cuando él querría ser libre para viajar, buscar aventura y nuevos retos; pero también piensa en que eso no puede ser, por sus responsabilidades económicas, su familia y su trabajo que él mismo ha creado. El no planeó esto, apareció alrededor suya.
Se puede observar el gran problema de los bastos. La energía del Fuego actúa sin miramientos, se mete en nuevos problemas simplemente por competir. Pero esas situaciones y responsabilidades no van a ningún sitio cuando la persona se aburre y quiere ir a por algo nuevo. Tratan de encender un nuevo fuego cuando el anterior aún sigue quemando.
En el plano emocional, esta carta nos muestra a la persona que se toma por sí mismo el peso en una relación. Surgen problemas, conflictos, insatisfacciones, él o ella trata de suavizarlos. Lucha por mantener la relación como sea, mientras la otra persona puede no haberse dado cuenta de qué está pasando.
Significados de esta carta
- Estar sobrecargado o exigirse demasiado a uno mismo
- Necesidad de delegar algo
- Quizás necesita aligerar la carga por la propia salud y bienestar
- Es posible que tenga que luchar por un tiempo
- “Morder más de lo que puede masticar”
- La carga del éxito. Cuando se tiene éxito, las personas empiezan a exigirse mucho
El Diez de Bastos en posición invertida
Cuando la tarjeta de los Diez de Bastos se invierte, indica que estás verdaderamente agobiado por circunstancias que no son necesarias en tu vida. Mira a tu alrededor y verás lo que te está molestando que no te impactará positivamente aunque lo rectifiques.
Déjalos a todos ir y conviértete una persona libre que pueda pensar sobriamente y hacer las cosas con precisión. Cualquier cosa que no agregue valor en tu vida no vale tu tiempo, así que déjalo ir.
Como muchas cartas, especialmente cuando están giradas, más de un significado es posible. Dependiendo de la lectura, tendremos que escoger uno u otro.
La lectura más simple indica que en el Diez de Bastos invertido, las cargas de trabajo han aumentado en peso y en número a un punto en el que una persona puede derrumbarse, física o moralmente. Al mismo tiempo, puede significar que la persona ha conseguido liberarse de las cargas que tenía (quizás porque se han vuelto mucho más fáciles).
De esta situación los problemas vuelven a brotar. ¿Tiraste todos los bastos de una vez porque supiste comprenderlos o pudiste haber utilizado tu energía en algo mejor? ¿O simplemente la persona huyó de sus responsabilidades sin hacer nada constructivo?
Si aún no hemos solucionado los importantes problemas, querrá decir que vendrán peores. Si ya conseguimos esquivarlos, nos habla de que volveremos a ir en la misma dirección y que acabaremos encontrándonos con lo mismo en el futuro.
Gracias al Tarot podremos advertirte que debes cambiar su forma de pensar.
Simbología del Diez de Bastos
El Diez de Bastos en el Tarot de Rider Waite nos muestra, en su superficie, la imagen de una persona sobrecargada y oprimida de por vida, y especialmente por su propia culpa.
Se puede ver como el hombre lleva los diez bastos al mercado. No deja que nadie le ayude, bien porque desconfía de los demás o por orgullo propio. Los bastos le desbordan, no puede llevarlos todos, está haciendo un esfuerzo titánico para hacer esa tarea cuando podía haber pedido ayuda.
La imagen en esta carta del Diez de Bastos implica que el consultante tiene el control completo de todas las muchas cosas que quería controlar. Él es el líder, el jefe. Pero esto significa que todas las cargas son suyas también.
A menudo vemos esto en la vida. A alguien se le ocurre una gran idea y comienza un movimiento. El movimiento tiene energía, impulso y creatividad. Crece y prospera. Entonces se vuelve muy popular, lo que podríamos pensar es una buena cosa, pero resulta ser la ruina del proyecto, que puede acabar lastrado por la burocracia, normas legales…
Lo mismo sucede con una pequeña empresa que se pone demasiado corporativa, o una familia donde la mamá , el papá y los niños se apuntan a sí mismos para demasiadas actividades. Toda la energía entra en el mantenimiento de un status quo y de una recargada rutina en lugar de permitir o fomentar el cambio y la innovación.
El mensaje de la carta es un poco como el viejo dicho: «Morir por sobredosis de éxito».
Cuando esta carta aparece, es el momento de dejar claro al consultante que está abrumado por demasiadas responsabilidades. Por encima de todo , tiene que recordar por qué quería hacer esto en primer lugar. Necesita redescubrir su pasión por lo que hace en lugar de ser abrumado por ello.