¿Alguna vez has oído hablar de la famosa terapia con imanes? Seguro que sí porque, pese a tratarse de una técnica creada a fines de la década de 1980, en la actualidad parece estar más vigente que nunca.
Se debe a que se aplica como método terapéutico y quienes la han probado aseguran que es realmente efectiva empleada como tratamiento para eliminar algunas dolencias y diversas anomalías del organismo. Pero vamos a los detalles: ¿en qué consiste exactamente esta terapia y qué puede hacer por ti? Te lo contamos.
¿Qué es concretamente la terapia con imanes o Biomagnetismo y para qué sirve?
La terapia con imanes es también conocida como biomagnetismo, biomagnetismo médico, terapia del par biomagnético o terapia biomagnética. Es una de las tantas terapias alternativas (algunos incluso se refieren al biomagnetismo como «pseudociencia o pseudoterapia»). Está basada en la idea central de que el cuerpo maneja distintas ondas magnéticas (corrientes alternantes de polaridad positiva y negativa).
A partir de ello, la idea base de la terapia del par biomagnético radica en que a través de la imposición de imanes es posible eliminar las causas de múltiples enfermedades. Es importante aclarar que se trata de un método inocuo que no tiene efectos secundarios o adversos, aunque también es cierto que sus bondades terapéuticas aún no han sido probadas.
De acuerdo con los principios del biomagnetismo, rama de las ciencias biológicas que estudia la influencia de campos magnéticos o eléctricos en los seres vivos, las patologías serían provocadas por desequilibrios o desregulaciones de ciertos circuitos energéticos o eléctricos. Es así como, ante una descompensación, el organismo vería menoscabado su sistema inmune.
Y hay más: en esas condiciones (un significativo déficit de defensas), el cuerpo humano se convertiría en presa o blanco fácil de una amplia gama de virus y bacterias «oportunistas» que, aprovechando las circunstancias coyunturales, se propagarían. ¿Conclusión? Más temprano que tarde la persona enferma.
La terapia con imanes consiste en pasar por el cuerpo diversos imanes con el objetivo de dar con ciertas fallas orgánicas o debilidades. Una vez detectado algún problema somático, se colocan varios imanes juntos sobre esa zona corporal dañada por un lapso de entre quince y veinte minutos. Quienes se encargan de estudiar el biomagnetismo aseguran que así se restablecería un equilibrio en la salud.
Ellos explican que, al colocar una polaridad opuesta a un trastorno o patología, el problema se revierte de inmediato y, al mismo tiempo, el sistema defensivo del cuerpo se fortalece. Este es el principal alegato que los defensores de la terapia biomagnética brindan para explicar al mundo una posible mejoría en la salud de alguien tratado con biomagnetismo.
Algo que, vale aclarar, no se da en todos los casos (si bien no siempre se alcanzan resultados positivos, tampoco está visto que se presenten efectos desfavorables).
¿Qué puede hacer la terapia con imanes por ti?
Según los precursores de la ya popular terapia con imanes, esta proporcionaría múltiples beneficios a la salud de las personas.
A nivel corporal:
- Disminuye la fatiga o el cansancio físico.
- Mejora la digestión y elimina los trastornos estomacales de cuajo.
- Alivia las dolencias corporales. En especial, los dolores padecidos tras una rotura de huesos y esguinces de ligamentos.
- Evita la retención de líquidos en el cuerpo. Disminuye así la hinchazón en los miembros inferiores (en especial, piernas y tobillos).
- Brinda una cuota de energía vital extra a las personas que, tras una enfermedad, un tratamiento cruento o una cirugía quedan debilitadas físicamente.
- Fortalece el sistema inmunológico. Aumenta las defensas naturales del organismo y por ello disminuye las posibilidades de contagiarse de gripe o catarro, por ejemplo.
- Previene las afecciones cardíacas. Se debe a que también mejora la circulación sanguínea.
- Combate la inflamación de los músculos y las articulaciones.
A nivel emocional, los beneficios que ofrece son los siguientes:
- Levanta la autoestima. Mejora el autoconcepto y aumenta la fuerza interior.
- Elimina los síntomas del estrés, también conocido como distrés o «estrés malo».
- Trata las posibles causas del insomnio, tales como la ansiedad, la angustia y el nerviosismo.
- Ayuda a recuperar el apetito que es causado por un estado depresivo.
- Reduce considerablemente la falta de autocontrol emocional caracterizada por ataques de ira o de nerviosismo extremos.
La terapia con imanes ya es popular y promete múltiples beneficios para tu salud y la de los tuyos. De todos modos, debes tener en cuenta que no es una terapia avalada científicamente, por lo que si tienes un problema de salud debes tratarlo con la medicina convencional. En tal caso, sí que puedes recurrir a la terapia biomagnética como complemento de las terapias alopáticas.
Una opción muy interesante es la de utilizar una pulsera magnética (con imanes), pero nunca abandones un tratamiento médico para ir detrás de la promesa de una terapia cuyos efectos terapéuticos todavía no están comprobados.
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