Las leyes universales se llaman así por se aplicables en todo momento y lugar. Son las que rigen el universo y le dan armonía. Las personas que las conozcan y las dominen experimentarán una transformación muy positiva. De ellas, algunas son inmutables, y las restantes, mutables.
Qué son y cómo nos afectan las leyes universales
Origen de las 7 leyes universales
Para conocer cómo se plantearon estas leyes, debes saber quién fue Hermes Trimegisto. Se trata de un personaje de mucha antigüedad que está relacionado con culturas disímiles como la Védica, el culto al dios egipcio Thot y con el Hermes grecorromano. El Hermetismo, su filosofía, se transmitía oralmente entre las personas estudiosas de esta ciencia oculta. De allí surgieron la astrología, la magia y la alquimia.
Tres de los iniciados escribieron en el siglo XIX un manuscrito llamado Kybalión que resume estos conocimientos. En este libro puedes leer que las leyes universales son siete y que su conocimiento es la llave mágica para abrir de inmediato las puertas del templo, es decir, de la sabiduría.
Algunos fragmentos de estas leyes se han utilizado para escribir libros que han logrado posicionarse favorablemente entre los lectores. Han servido a muchos para alcanzar ciertas habilidades y conseguir sus metas.
Las leyes inmutables
Son las que funcionan siempre de la misma manera. No pueden ser adaptadas a las circunstancias o realidades que tengas en un momento dado.
Ley del mentalismo
Esta premisa afirma que todo es mental. Lo que llamamos vida o realidad no es más que un concepto creado en tu mente, inclusive el universo en su totalidad o lo que percibes a través de los sentidos. Existe una conciencia o inteligencia universal que lo contiene todo y de la cual tu pensamiento y sus contenidos son una parte.
Ley de la correspondencia
Esta es una de las leyes más importantes y es muy útil para descubrir realidades ocultas. Establece que en todo lo que existe hay un paralelismo o una simetría, sea ello en el plano espiritual, mental o físico. Cuando ves un evento o fenómeno, puedes deducir lo opuesto y descubrirlo racionalmente; aun sin verlo, pues donde hay un arriba hay un abajo.
Ley de la vibración
Este principio establece que todo genera un movimiento, una ondulación o vibración: los objetos, la vida misma, lo que percibes con tus sentidos… Tus pensamientos y emociones también lo son.
La ciencia formal ha confirmado esta ley cuando los físicos descubrieron la dualidad onda/partícula. Incluso las pasiones y sentimientos son capaces de generar vibraciones. El amor, por ejemplo, tiene frecuencias muy altas mientras que las bajas pasiones generan frecuencias a nivel inferior.
Leyes mutables
Dentro de las leyes universales están las que puedes cambiar según las circunstancias. Adaptarlas es posible y te explicamos cuáles son:
Ley de la polaridad
Aquí se establece que todo lo que ves es producto de una dualidad. Lo que parece opuesto no es más que una de las dos caras de lo mismo. Hay dos polos para todo, entre los que se mueve tanto lo real como el pensamiento. Cuando hablas de mujer/hombre, luz/oscuridad, amor/odio, día/noche, no son más que los dos aspectos perceptibles de una unidad.
Esta ley es muy conveniente que la conozcas, pues es la explicación para las paradojas. Nos dice que no hay absolutos, sino grados, en más o en menos, de una misma unidad indivisible. Está relacionada con la ley de la vibración, pues elevando las tuyas puedes pasar de un polo a otro. Esto se expresa en el Bhagavad Gita como la presencia de Dios por encima de los polos opuestos. Puedes quizás comprenderlo mejor al mirar el ouroboros, o la serpiente que se muerde la cola.
Ley del ritmo
Los hermetistas aprenden a valerse de esta ley que expresa el eterno movimiento de las cosas. El vaivén, como en el péndulo, lo afecta todo: las estaciones, las mareas y los ciclos planetarios son expresiones de este principio. Todo lo que se inicia termina, para luego recomenzar.
Cuando en un ciclo comienza la etapa negativa, los hermetistas se conectan con la inteligencia universal para limitar sus efectos. Se hacen muy positvos y con ello neutralizan los efectos del cambio.
Ley de la causa y el efecto
En este principio de afirma que no existe la suerte, pues todo lo que sucede es producto de una causa que lo precede. A su vez, los efectos generados se convierten en causas de las sucesivas. Es un ciclo sin fin, donde las personas que logran aprender estas ciencias ocultas se mantienen relativamente al margen, logrando ser emisores de efectos, es decir, siendo causas en lugar de receptores pasivos.
Ley de género
Se establece aquí que todo contiene elementos masculinos y femeninos. Esto se manifiesta en el plano físico, mental y espiritual y es el principio que rige la generación, la creación.
Las leyes universales existen para que comprendas mejor el funcionamiento del universo, que también está en ti. Son principios que guardan una sabiduría ancestral y que puedes aplicar en todo momento.
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