¿Sabes que la cultura occidental fue construida en base a la civilización griega? Y esto significa que nuestro día a día viene marcado por lo que un día dijo el oráculo griego, que era el mensaje enviado por los dioses a las personas que buscaban consejo.
Si querías recibir el oráculo, tenías que ir a un lugar específico en una época concreta del año. Y estos sitios eran templos como el de Delfos, que se ha convertido en el más famoso por la cantidad de información que se ha conservado a partir de los escritos de los autores clásicos griegos y las leyendas.
El oráculo griego: Delfos
Curiosidades sobre el oráculo griego
Estaba situado en un recinto dedicado al dios Apolo, en el valle del Pleisto, que constituía un lugar de reunión para deidades menores y las sacerdotisas que las veneraban junto al próximo monte Parnaso. Allí también podías encontrar los ónfalos, unas piedras ovaladas que se utilizaban en ritos religiosos y que indicaban el centro del mundo, provenientes de la leyenda que decía que Zeus lanzó dos águilas desde los extremos del mismo y se cruzaron justo en ese punto. Puede que te suene extraño, pero a este punto se le conocía también como ombligo.
Si tú querías recibir el oráculo, tenías que contactar con la pitonisa, una mujer que se entregaba enteramente a la voluntad de los dioses para servir como vínculo entre ellos y la humanidad. Al principio solo podías ocupar este puesto si eras una mujer joven y virgen, pero poco a poco se generalizó que las pitonisas tuvieran más de 50 años, aunque seguían vistiendo el tipo de ropa que utilizaban las jóvenes.
Para recibir el oráculo, debías ir un tiempo antes al templo para llevar a cabo la consulta. Solo podías recibirlo una vez al mes, el día 7, en conmemoración con el nacimiento del dios Apolo, y conllevaba desde purificaciones con agua hasta sacrificios. La recepción del mensaje de los dioses en sí atendía a un ritual concreto en el que la sacerdotisa recibía la inspiración al sentarse en soledad al fondo del templo en honor a la deidad, o bien exponiéndose a los vapores provenientes de una grieta ubicada en el suelo del recinto.
La respuesta era transcrita por un sacerdote, que la interpretaba y daba un sentido acorde a la consulta realizada. Él te entregaba la contestación de los dioses en un texto en verso, y a cambio debías realizar una ofrenda o tributo al templo y sus deidades por el servicio que te había prestado. A raíz de esto, ganabas seguridad de poder mejorar tu vida y anteponerte a las adversidades que te atormentaban.
No podías acudir a este servicio durante todo el año, porque durante el invierno y épocas frías se decía que Apolo se marchaba con su carro a Hiperbórea, una región mitológica en la que rejuvenecía. Si visitabas Delfos en esa época, podías encontrar peregrinos de todo el mundo conocido, desde los confines occidentales hasta Asia Menor y el Norte de África. Se volvió un espacio de intercambio cultural constante, en el que las polis competían entre ellas por hacer la mayor ofrenda a Apolo, intentando ganarse así su favor.
Aunque te parezca increíble, este punto de interpretación estuvo en activo durante mil años. Si buscabas iluminación en el camino de la vida, allí podías encontrar la ayuda que necesitabas. Y daba igual tu condición social o económica, todas las personas eran iguales a ojos de los dioses, por lo que en determinadas épocas que coincidían con eventos como los Juegos Píticos, los Juegos Olímpicos o guerras, podías encontrar largas listas de espera para poder recibir el mensaje.
En estos casos, se disponían hasta tres pitonisas para agilizar los procesos y así darte el veredicto divino con la mayor brevedad posible.
El caso de Delfos es particular, además de por todo el tiempo que estuvo en activo, por la cantidad de aciertos en las predicciones de futuro que se realizaron. Con la llegada y normalización del cristianismo en toda la región helénica, comenzó a perder la importancia que había ganado a través de los siglos.
Cómo obtener predicciones certeras en la actualidad
Querer conocer lo que vendrá, qué te depara la vida, siempre ha sido una de las grandes inquietudes del ser humano. Poder anteponerte y prevenir determinadas situaciones desfavorecedoras para tu desarrollo personal y tu felicidad sigue estando presente en nuestro día a día como un objetivo activo.
El oráculo griego se ha perdido con el tiempo, pero en la actualidad cuentas con otras vías para conocer más acerca de lo que te aguarda y poder afrontar las adversidades con la mayor entereza posible. Tal es el caso de los profesionales de la videncia, que se valen de herramientas como el tarot para interpretar tu futuro de una forma certera tras muchos años de formación especializada y preparación.
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